EL PODER de LA ORACIĆN SINCERA
- Fabio Reyes
- hace 47 minutos
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(La ORACIĆN de JONAS)

Sea cual sea nuestra situación, sea cual sea el lugar, desde donde estemos en la angustia debemos CLAMAR con FEĀ a nuestro Amado SeƱor, y si lo hacemos con un corazón arrepentido y limpio, ĆL escucharĆ” y responderĆ”. Que mejor ejemplo que la oración de JonĆ”s:
1Entonces oró JonĆ”s a JehovĆ” su Dios desde el vientre del pez,Ā 2y dijo: InvoquĆ© en mi angustia a JehovĆ”, y Ć©l me oyó; Desde el seno del Seol clamĆ©, Y mi voz oĆste. 3Ā Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, Y me rodeó la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mĆ. 4Ā Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aĆŗn verĆ© tu santo templo. 5Ā Las aguas me rodearon hasta el Ā Ā Ā Ā alma, Rodeóme el abismo; El alga se enredó a mi cabeza. 6Ā DescendĆ a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mĆĀ para siempre; Mas tĆŗ sacaste mi vida de la sepultura, oh JehovĆ” Dios mĆo. 7 Cuando mi alma desfallecĆa en mĆ, me acordĆ© de JehovĆ”, Y mi oración llegó hasta tiĀ en tu santo templo. 8Ā Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan. 9Ā Mas yo con voz de Ā Ā Ā Ā Ā Ā Ā alabanza te ofrecerĆ© sacrificios; PagarĆ© lo que prometĆ. La salvación es de JehovĆ”.Ā 10Y mandó JehovĆ” al pez, y vomitó a JonĆ”s en tierra. - JonĆ”s 2:1-10
Para Dios no hay nada imposible, y es lo que nos muestra claramente en la forma milagrosa como resucitó a JonÔs ya estando muerto en el vientre de la ballena.
Allà estaba su cuerpo, su alma estaba en el Seol, y desde allà clamó, y el Señor lo escuchó y lo levantó y lo trajo de regreso a la tierra. Asà pensemos que estamos destruidos y derrotados, nunca nos debemos dar por vencidos, debemos clamar a nuestro amado Señor y el vendrÔ a nuestro rescate, para darnos la victoria.
JonƔs es un ejemplo muy claro de lo que puede suceder fƔcilmente en la vida de un creyente cuando desobedece a Dios.
Ćl nos puede llevar hasta situaciones extremas, en donde vemos que ya no podemos mĆ”s, que todo estĆ” perdido, que todo es angustia y desesperación.
Pero cuando reconocemos nuestras faltasĀ y entendemos que le estamos desobedeciendo a Dios, y nos arrepentimos, y clamamos a Ćl implorando su perdón, reconociendo que nos hemos dejado llevar por la vanidad y el orgullo, su misericordia es grande, y ĆL estĆ” ahĆ, escuchando nuestro clamor y nos puede sacar de cualquier situación por adversa que sea, siempre y cuando estemos dispuestos a cambiar y a obedecerle en todoā¦
ASI ES⦠COMPROBADO.Ā Ā
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Varias RECOMENDACIONES buen importantes en cuanto a la ORACIĆN:Ā Ā Ā
HUMILLARNOS YA de CORAZĆN delante de DIOS, reconociendo NUESTRO PECADO y ĆL, solo ĆL nos darĆ” VICTORIA.
CLAMAR a DIOS en cada momento de DIFICULTAD, ĆL ESCUCHA y ACTĆA.
Dios siempre nos oye si estamos limpios, si hay arrepentimiento de corazón, y pedimos perdón, habrÔ una respuesta milagrosa de Dios
Tener claro que a Dios no debemos desobedecerle, las consecuencias serƔn muy graves.
Si hemos fallado, necesitamos reconocer la falla e implorar el perdón de Dios con genuino ARREPENTIMIENTO.
Orar en cualquier lugar y circunstancia con plena fe.
Invocar a Dios en todas nuestras angustias.
Confiar en que Dios nos escucharÔ cuando le pedimos con un corazón limpio.
Llegar a la presencia de Dios limpios y con un corazón agradecido.
Nunca dejarnos llevar por vanidades ilusorias que nos arrastran hacia la desobediencia.
Tener siempre un corazón limpio ante el SeƱor para que ĆL nos guie, nos proteja y nos saque de las adversidades.
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Dios siempre escucha
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1. Cundo todo parece perdido, ahĆ estĆ” Dios, atento a escucharnos si hay FE (Vs 1-6)
2. Cuando hay un arrepentimiento genuino, Dios oye atentamente nuestro clamor (Vs 7-9)
3. Cuando hay promesas de cambio, Dios oye y responde de manera milagrosa (Vs 10)
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Dios nos recuerda hoy que, no debemos dejar de confiar en ĆL, sea cual sea nuestra condición, causada casi siempre por nuestra desobediencia. Quien nos habla es un Dios misericordioso, que responde fielmente cuando encuentra un corazón arrepentido.
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Es impresionante ver la forma tan milagrosa como Dios salvó a JonÔs, algo humanamente imposible.
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Esta enseƱanza que Dios nos da es para aplicarla YA MISMO, abandonando nuestra vida de pecado, de desobediencia y reconociendo nuestros errores; confesĆ”ndolos con un corazón sincero dispuesto a corregir los malos caminos; callando cuando nos muestren nuestros errores, entregĆ”ndolos en manos de Dios y esperando que sea ĆL quien nos muestre la forma de corregirlos. Humildad, silencio, humillación.Ā
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Nunca olvides el ejemplo de JonƔs, para DIOS no hay cosas imposibles,
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Fabio