NUESTRO COMPORTAMIENTO en FAMILIA y en SOCIEDAD

Pablo nuevamente en el libro de Colosenses, tal como lo hizo en Efesios, nos vuelve a recordar nuestros deberes como Cristianos, tanto en familia, como en la sociedad en que vivimos.

18Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.20Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21Padres, no exasperéis a vuestros hijos,  para que no se desalienten. 22Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. Colosenses 3:18-25

En esta pequeña porción, tal como ya lo hizo en Efesios 5 y 6, Dios nos da consejos sobre nuestros deberes como familia, Él destaca lo más importante para cada uno de los miembros de la familia, muestra que es clave que la esposa se sujete al esposo como conviene en el Señor, es decir de acuerdo a los preceptos bíblicos.

También habla de la gran importancia que tiene en que los esposos el AMAR a las esposas y que no seamos ásperos con ellas, y si Él destaca sólo esas dos cosas (Amor y NO aspereza), es porque de ese comportamiento áspero pueden derivarse múltiples actitudes que pueden corroer y dañar la relación matrimonial.

La aspereza puede llevar al irrespeto, al desamor, a la injusticia y a múltiples factores que destruyen y causan heridas muy profundas, difíciles de sanar. Igualmente, Dios se dirige a los hijos destacando la importancia de la OBEDIENCIA a los padres en todo.

Si Dios nos ha dado ese papel de padres, ÉL, como hijos suyos nos ha equipado del conocimiento y la guía perfecta (Su Palabra) para que sepamos orientarlos sabia y santamente, es deber de nuestros hijos escuchar y obedecer a sus padres cuando esa guía y dirección proviene de Dios.

Finalmente, Dios habla a los padres sobre la importancia del equilibrio y la sabiduría en la orientación a nuestros hijos, mostrándonos que no debemos llegar al extremo de exasperarlos para que no se vayan a desalentar. Es vital saber disfrutar y vivir la libertad que tenemos en Cristo.

Luego el Señor nos muestra cómo debe ser nuestro comportamiento en el trabajo, acatando las ordenes de nuestros jefes, haciendo nuestro trabajo con total honestidad, como si estuviéramos sirviendo a Dios. Nuestro trabajo debe ser de corazón, siendo absolutamente justos en todo y sin hacer ningún tipo de acepción.

Recordemos algunas RECOMENDACIONES claves en Familia y en Sociedad  

• Esposas, estar sujetas a sus esposos como conviene en el Señor.

• Esposos, amar a nuestras esposas y no ser ásperos con ellas

• Hijos, obedecer a los padres en todo, buscando siempre agradar al Señor

• Padres, No exasperar a nuestros hijos para que no se desalienten.

• Siervos, obedeced a vuestros amos

• Hacer nuestro trabajo de corazón, como si fuera para Dios.

• Ser justos en todo lo que hagamos, sin hacer acepción de personas.

Comportamientos del Cristiano Verdadero

1. Consejos para esposas y esposos (Vs 18-19)

2. Consejos para los hijos (Vs 20)

3. Consejos para los padres (Vs 21)

4. Consejos para los siervos (Vs 22)

5. Consejos sobre la FORMA de hacerlo TODO… ¿Qué más queremos? (Vs 23-25)

Dios vuelve y nos recuerda como debe ser nuestro comportamiento de la familia y en la sociedad, Y quien lo hace, es un Dios sabio que en muy pocas líneas es capaz de expresar la forma en que la sociedad puede salir adelante, y si lo REPITE una y otra vez es porque es CLAVE.

Es impactante ver la forma en que Dios toca las virtudes básicas para cada miembro de la familia de una manera tan exacta y de la forma tan sencilla como nos muestra cuál debe ser nuestro comportamiento en el trabajo.

Si Dios nos lo repite, debemos APLICARLO ya mismo, recordando y poniendo en práctica lo que nos corresponde: como esposo, como esposa, como hijo, como siervo, en fin, en cada lugar de nuestro entorno en el que nos movamos.

Si Dios lo insiste, es porque es MUY IMPORTANTE, que se vea.

Fabio